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NO TE RINDAS

Corazón no te rindas, Aunque ya no hayan caminos para andar, habrán ríos curvilíneos para navegar​ aires diáfanos que surcar​ y espacio para explorar. Corazón no te rindas, aunque ya no queden palabras para decir habrán gestos rosa que descubrir Sonrisas para compartir y lagrimas para sentir. Amor no te rindas, aun hay palabras para decir, aun hay camino para andar.​ Angel EC  Chub

VENUS DE MILO

Al norte tus volcanes erectos muy empinados, demasiado perfectos. me seducen con sus cumbres sin nieve y en sus faldas admiro, hermoso relieve. y mas al norte aun, tus auroras y tu delicado carmín sabor mora, derrite sobre los míos el apasionante aceite de Arabia y agua de Alicante. Pero al sur, el límpido oasis entre los portales del palacio de Isis provoca en mi piel una benigna erosión cuyo final al final es una blanca explosión. Al norte y al sur, siempre convienes, sobre ti, las noches sin luna del jueves, se hacen largas y dulces como Néctar del Nilo, mientras cincelo gemidos en tu suelo, Venus de Milo Angel EC  Chub

QUEDATE CONMIGO

Quédate conmigo hasta la eternidad Esa que vislumbran nuestros ojos en la cercanía Quédate conmigo vida mía Quédate a mirar los siglos en su totalidad Quédate como si estuvieras en la lejanía Para amarte y desear tu espontaneidad Quédate a mi lado con tu vastedad Quédate a mi lado vida mía Quédate para ver el río del tiempo en la inmensidad Llevar sus aguas de luz y fantasía Hacia la cristalina fuente de amor y alegría Donde a sorbos beberemos la azul realidad Quédate conmigo aunque me ausente vida mía Aunque te ausentes quédate conmigo en mi unidad Y veremos el color del viento reírse de su edad Cuando el negro caiga y el blanco ya no sonría Quédate conmigo amor mío hasta la eternidad Como si hoy fuera el primer día Como si fuera el último de nuestra estadía Abrázame para marcharnos con solemnidad. Angel EC Chub

NO ME DEJES

Empaque tus sonrisas en hojas de almendro verde Procurando protegerlas del soporoso trajín del viaje. Guardadas detrás de las colinas floridas de mi equipaje, Las llevé conmigo para que me leyeran los libros de Verne. Pero me hablaban del Ámsterdam bullicioso de Jacques Brel Y me susurraban -no me dejes-, al oído muchas veces. Devolví mi rostro amarillo hacia el arrecife saturado de peces Y te encontré en la misma pintura pausada en fino pastel. ¡Amanda, mi dulce Amanda, te echo de menos! Cuanto extraño los celajes dorados de tu mirada Y los azules encajes de las flores que nacen en tu almohada, Cuando amanece el frío y te abrazan los cristales de los inviernos. Ojala amor mío, los días en la pared entiendan mi nostalgia Y soplen vientos rasos sobre las olas de mi regreso. Para echarme sobre tu cuello y bordarlo de azules besos Y no dejarte más ¡nunca más! Sé amada mía que lo presagias. Angel EC Chub

AMAME, DESEAME Y POSEEME

Ámame como los rayos del sol aman las ventanas y como las hojas de los manzanos aman la luz de Abril. Deséame como el invierno al verano en Sweet Blue Hill Y poséeme, solo poséeme con todas tus fuerzas humanas. Ámame como las altas mezquitas aman al cielo en Estambul Y como las gaviotas a los veleros románticos y misteriosos. Deséame como al placer más puro entre tantos placeres hermosos, Y poséeme como el verde posee en su espíritu al amarillo y al azul Ámame sin protocolos, sin reglas exageradas ni extraños advertencias Y como ama el mar al reflejo de la luna en sus noches heladas Deséame como al sueño más erótico, de todas las cosas soñadas Y poséeme como el perfume en una sola gota el alma de su esencia. Ámame de tal manera que te envidien las playas de Ayarza Y como ama el viento la ruta mágica del vuelo de garza. Deséame como a la sensación más agradable de todos los sentidos Y poséeme tal como te poseo yo cuando te despojo de tus finos vestidos Angel

CUANDO CAMINES

Si buscas bajo las sombras de las nubes rojas la mirada que te enamoró cuando chiquilla, solo besa, besa los pétalos de esa estrella que brilla, y conserva en el florero ingles sus cuatro hojas. Consérvalas en el libro raído de toda tu memoria y recuérdame cuando leas tus pensamientos. Recuerda la rosa azul que siempre figuró en los cuentos, que escuchabas al anochecer de tus días de gloria. Y encuéntrame en aquel páramo olvidado en los confines, de la densa soledad que nubla los recodos de tu vida. Y entonces llórame a borbotones y llora mi eterna partida, porque te aseguro amor mío, que aun estaré ahí cuando camines. Angel EC Chub